¿Por qué innovar en las organizaciones?

 

¡Innovar o morir! Ese pareciera ser uno de los dilemas en el mundo moderno de los negocios. De todos los negocios… Dondequiera que una persona se sitúe, considerando aspectos geográficos o por la naturaleza de los negocios que otros han emprendido, observará que lo que en el pasado resultó un éxito, al cabo de un tiempo se transformó en un albur. Algo más bien atribuido a circunstancias excepcionales que fueron aprovechadas temporalmente, pero que con el tiempo desaparecieron.

¿Cuántas empresas surgieron y se desarrollaron con interesantes indicadores de rentabilidad y luego – generaciones siguientes – vieron el fracaso y la desaparición de dichos emprendimientos?

¿Por qué ha sucedido esto, y por qué sucede hoy con bastante frecuencia? Entre las muchas explicaciones que podemos encontrar a este fenómeno, resaltan aquellas que tienen que ver con el incremento de la competencia y la facilidad de medios para comunicar nuevas ofertas alternativas, la “infidelidad” de los clientes, la falta de renovación en las estrategias de negocio, y la mala gestión en general. Pero todas las anteriores tienen como patrón común la carencia de elementos innovadores que permanentemente refresquen la forma de hacer negocios.

Prácticamente ninguna industria está exenta de vivir vicisitudes por carencia de estrategias innovadoras o por mala implementación de estas.

La invitación a las organizaciones es precisamente a revisar las certezas sobre las que han
construido y operado sus negocios, y a dudar profundamente de que manteniendo la actual manera de hacer las cosas, estará garantizado el éxito futuro. El desafío es refrescar la propuesta de valor, innovando y mejorando la cultura de productos y servicios, y también comunicando aquello que les distingue.

Escrito por: